La piedra angular de la seguridad alimentaria

En la red de la industria alimentaria mundial, la seguridad ocupa un lugar de suma importancia tanto para los consumidores como para los productores. Con la visión de ofrecer alimentos seguros a los consumidores de todo el mundo, la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI) es una fuerza fundamental que impulsa la armonización de las normas de seguridad alimentaria en todo el mundo.

Su objetivo es crear una comunidad más grande de personas preocupadas por la seguridad alimentaria y trabajar juntas para mejorar esos estándares para todos. GFSI garantiza que las prácticas certificadas cumplan con los estándares más altos posibles, facilitando así el comercio internacional de alimentos y fortaleciendo la confianza de los consumidores.

La certificación Safe Quality Food (SQF) se destaca como una de las que reconoce la GFSI, con más de 14 000 plantas certificadas en más de 40 países. Esta certificación está diseñada para garantizar la máxima calidad y seguridad de los envases de alimentos, lo que demuestra la capacidad de una instalación para manipular, procesar y envasar productos alimenticios de forma segura. Protege contra la contaminación y garantiza la integridad del producto alimenticio desde la producción hasta el consumo.

Como líder mundial en servicios y embalajes industriales, Greif cuenta con una gran cantidad de instalaciones en los Estados Unidos que han obtenido la prestigiosa certificación SQF. Estas instalaciones certificadas admiten una amplia gama de productos de embalaje, incluidos tambores de fibra, contenedores intermedios para productos a granel (IBC), tambores de acero y plástico y embalajes de papel; todos los productos se fabrican de acuerdo con las estrictas pautas de la certificación SQF.

Su compromiso con la seguridad alimentaria se hace patente en el uso de tecnología, equipos y materiales seguros para los alimentos, así como en su búsqueda de las certificaciones más estrictas. Cabe destacar que todas las instalaciones de contenedores IBC de Greif en los Estados Unidos cuentan actualmente con una certificación SQF reconocida por GFSI.

Por ejemplo, el GCUBE IBC Flex 2.0 de Greif, lanzado recientemente, está diseñado para el envío de productos de alta sensibilidad y tiene la capacidad de cumplir con los requisitos asépticos necesarios para esta industria. Para productos alimenticios, el GCUBE IBC Flex 2.0 es ideal para envasar productos líquidos y semilíquidos, como purés, pastas y maltas. Es un ejemplo del compromiso de Greif con la producción de envases en instalaciones controladas y seguras que cumplen con los estándares de calidad más estrictos.

La industria alimentaria se encuentra en constante evolución, con tendencias emergentes como las soluciones de envasado sostenibles y la transparencia dentro de la cadena de suministro de alimentos que están cobrando impulso. Estos patrones ponen de relieve la importancia cada vez mayor de mantener medidas estrictas para la seguridad y la calidad de los envases, ya que las empresas con certificación SQF podrían tener una ventaja a la hora de cumplir con estos requisitos en constante evolución.

Teniendo en cuenta las dificultades que enfrenta la industria alimentaria para supervisar las redes de suministro de alimentos, la importancia de las instalaciones de producción de envases certificadas es cada vez más crítica. Al mantener el compromiso con los más altos niveles de seguridad y calidad de los alimentos, estas instalaciones protegen a los consumidores y promueven la credibilidad y la viabilidad a largo plazo del sector alimentario mundial.